Reprogramación mental: las bases antes de hacer cualquier cosa

Resetea y descubre el poder de la mente

Hola Luca, me gustaría hacer reprogramación mental. ¿Puedes decirme cuáles son los conceptos básicos fundamentales que necesito antes de partir? Esto es uno de los mensajes que me han llegado últimamente a través de mi página Facebook y a lo quiero empezar a contestar aquí hoy

Hola, soy Luca Pino, soy emprendedor, mental coach y sigo también siendo un estudiante que estudia y aplica y me puse en la mente la idea de ayudar a los latinos a cambiar su propia mente y lograr lo que quieren en la vida. Objetivo ambicioso dirás tu, pero si podre’ plantar unas semillas en la mente de solo una persona que me escucha en esto momento, bueno será algo que me recompensará’ lo suficiente.

Hablando de reprogramación mental como pedido de muchos de ustedes, un concepto del que muy poco hablan en latino América y que es básicamente la verdadera clave del éxito es La imagen de nosotros mismos, la autoimagen, que es un descubrimiento de Maxwell-Maltz y supone uno de los descubrimientos más importantes en el campo de la psicología del yo, prácticamente de los últimos 60 años, sino de todo el siglo XX.

Entonces, si realmente quieres empezar a hacer reprogramación mental, desde mi punto de vista hay tres conceptos que no puedes subestimar.

Hay tres bases fundamentales que si no se tienen de nada sirve empezar con la reprogramación mental.

Entonces para el primer punto necesitas bases sólidas, es decir, no puedes pensar en hacer una reprogramación mental seria, en hacer el ejercicio equis de repetición o de escucha mientras duermes si aún no has entendido del todo cómo funcionan otros aspectos. Si no entiendes cómo funciona la mente, si no entiendes cómo funciona nuestra imagen, si todavía estás ahí perdiendo el tiempo porque no tienes claro cuál es la diferencia entre la mente y la mentalidad, si no está claro para ti cuál es la diferencia entre hábitos y paradigmas, cómo funcionan la mente consciente y la mente subconsciente. Pues si no tienes claros todos estos aspectos, de nada te sirve que empieces a aventurarte a hacer ejercicios de reprogramación mental porque simplemente serás como kamikazes que chocan contra edificios.

Ahora bien, el hecho de que la reprogramación mental es, entre comillas, gratis porque no tienes que invertir dinero, no significa que no tengas que tener bases sólidas, porque te lo digo por experiencia directa, a lo que te enfrentas es incluso peor que perdiendo dinero, porque acabarás golpeándote la cabeza contra la pared, pero de forma totalmente violenta, y tiempo: sin las bases perderás un montón de tiempo y energía repitiendo 1000 veces al día como un loro que estas feliz y agradecido ahora que ganas 10000 dólares mensuales.

Como dice, o mejor dicho, decía el propio Maxwell Maltz, el fracaso de esta experiencia sólo te convencerá aún más de que no eres capaz de lograr tu objetivo. Así que prestas mucha atención a esto, Reprogramar la mente, y lo sigo repitiendo, no es hacer un ejercicio hasta el cansancio sacado al azar de algún lado porque te lo dijo un tio en YouTube, así no funciona.

Segundo punto, esto también es muy importante, no puedes pensar en hacer una reprogramación mental seria y verdadera si primero no tienes un objetivo que quieres alcanzar y aquí también quizás sea trivial, pero creo que este también es un concepto que necesita Estar estresado porque estoy empezando a ver gente que empieza a hacer ejercicios de reprogramación mental pensando que está bien, pero no saben muy bien por qué, es como si hoy en día piensas en poner en marcha un negocio de venta online u offline y no sabes que vender, quieres vender pero no tienes un producto para vender.. claramente no empieces, porque de nada te sirve tener la mejor estrategia, el mejor embudo de venta, ni siquiera el más lindo local en la mejor calle de la ciudad si no saber que vas a vender. Y aquí ocurre lo mismo con la reprogramación mental, no se empieza por intentar implantar hábitos, cambiar paradigmas, en un intento de ir a largo plazo a cambiar la mentalidad sin antes tener una idea clara de cuál es tu objetivo, la situación en la que te encuentras y a dónde quieres llegar: me parece bastante obvio pero evidentemente también hay que repetir este concepto porque no está claro, veo por los comentarios que recibo ahora que hay un tema muy importante que No se debe caer en el error de pensar que definir una meta ya sea una caminata el domingo o algo que uno se sienta y dice si ok quiero lograr esta meta y ya está!

Lamento decirte que no funciona de esta manera. Sigo recibiendo mensajes de chicos y chicas que creen que están usando estrategias, pasos intermedios para definir objetivos, fórmulas mágicas, lo que sea. No funciona de esa manera. Bob Proctor entre otras cosas ha hecho no sé cuántos cursos y seminarios sobre este tema y de hecho en mi curso principal El Nuevo YO, antes de empezar a escribir, a decir declaraciones, a escuchar audios, antes de cualquier ejercicio que hayas escuchado en videos gratuitos de YouTube o en algún lugar de Internet, antes de todas estas cosas, definamos cuál es tu objetivo. Y es muy importante que esto se haga antes de iniciar el proceso de reprogramación mental. Sobre todo porque si no tienes definido un objetivo correcto, y quien haya adquirido el curso EL NUEVO YO sabe a lo qué me refiero, igual corre el riesgo de no tener las condiciones necesarias para poder lograr el éxito y reprogramar su propia mente y sobre todo lograr un verdadero cambio, y sobre todo, un cambio de larga duración y no algo que en unos pocos días o meses te regresa al punto de partida.

Tercer punto, y este es el fundamental, esta es la verdadera clave si quieres alcanzar el éxito. Repito, la siguiente es tu piedra angular si quieres alcanzar el éxito y esta es tu autoimagen, la imagen que tienes de ti mismo, de ti misma. Te invito si aún no lo has hecho de comprar el libro Psico Cibernética de Maxwell Maltz, o si no te gusta leer, aprovecha del audio libro que puedes encontrar de forma gratuita en mi canal YouTube. Claro, tienes que entender que aprender que es la reprogramación mental, y sobre todo la auto imagen, no es leer este libro una vez, escuchar el audio libro mientras estas manejando o levantando pesas en el gym.  

Si piensas de esta forma es una confirmación de que no has entendido cómo funciona la mente. Entonces tener conciencia de cómo funciona nuestra autoimagen es la pieza inicial que luego necesitas para entender cuál es tu situación en este momento, es decir, no me interesa que entiendas cómo funciona tu autoimagen, me interesa entender que estás empezando a entender cuál es tu imagen, cómo se forma, de qué está compuesta en este momento, porque este también es un punto fundamental, porque si no puedes lograr este objetivo es como si Te gustaría iniciar un viaje sin saber cuál es tu punto de partida, pero ¿cómo diablos piensas hacerlo?

Para obtener el éxito en tu vida, cualquier definición que le des a esta palabra, sea un logro económico, laboral, personal, si realmente quieres cambiar tu vida, si realmente quieres transformarla, debes entender que no estás jugando. No es un videojuego, no es un ejercicio que te dijeron en la escuela, así que trate de hacerlo como se debe y te ahorrarás pérdidas de tiempo, energía y dinero, y terminarás golpeándote la cabeza contra la pared. Y te lo digo por experiencia directa porque he estado allí, he estado luchando con estos problemas durante años.

Esta es una parte muy importante de mi curso EL NUEVO YO porque el descubrimiento de la imagen del yo constituye una innovación en el campo de la psicología y de la personalidad creativa.

La importancia de la imagen del YO ha sido reconocida en los últimos cincuenta años pero sin embargo hasta hace poco se ha escrito sobre el tema y lo increíble es que este descubrimiento se debe prácticamente a un médico, un cirujano estético como lo fue Maxwell Maltz. De hecho, Maltz fue cirujano estético antes de ser un estudioso de la mente: afirmó que un especialista en cirugía plástica debe ser psicólogo además de cirujano estético, porque cuando cambias la cara de un hombre, casi siempre cambias su futuro. Él dijo: cambia su imagen física y casi siempre cambiarás al hombre, su personalidad, su comportamiento y, a veces, incluso su talento y habilidad. Sin embargo, algunos pacientes no mostraron ningún cambio de personalidad después de la cirugía. En la mayoría de los casos, el individuo que, gracias a una operación estética, había podido corregir un rostro verdaderamente feo o rasgos monstruosos, sentía casi de inmediato (generalmente dentro de los 21 días) una mayor estima y seguridad en sí mismo mientras que en otros casos el paciente continuaba sentir una irrazonable sensación de inferioridad: en pocas palabras, estas personas continuaron sintiéndose, actuando y comportándose como si todavía tuvieran la cara vieja. Esto hizo que Maltz se diera cuenta de que la reconstrucción de la imagen física no era la clave para el cambio de personalidad. La cirugía plástica facial tenía, por lo general, pero no siempre, que actuar sobre un cierto quid , y cuando se reconstruía ese quid, la persona misma cambiaba, era como si la personalidad misma tuviera un rostro. Este rostro de personalidad no exterior parecía ser la verdadera clave para el cambio de personalidad: si este rostro interior (autoimagen) permanecía traumatizado, distorsionado, horrible o lisiado, el individuo mismo continuaba comportándose como si no hubiera ocurrido ningún cambio exterior; si por lo tanto se podía reconstruir este rostro de la personalidad, si era posible eliminar las viejas cicatrices psicológicas, entonces y sólo entonces la persona misma cambiaba incluso sin cirugía plástica. Una vez investigado este tema Maltz encontró muchas confirmaciones de su teoría según la cual la imagen de uno mismo, es decir el concepto mental espiritual de uno mismo, o simplemente el retrato que un individuo se ha hecho a sí mismo, constituye la verdadera clave de la personalidad y del comportamiento.

Maltz da muchos ejemplos (y algunos son presentes en el curso principal) de personas que, después de ser operadas por una malformación evidente, por ejemplo en la cara, a veces se quejaban porque decían que no veían absolutamente ningún cambio, sin embargo, el espejo, el cirujano, la familia y los amigos de esta persona decían «mira, ya no tienes esa cicatriz ni esa nariz aguileña» y sin embargo seguían viéndose como antes. Esto tiene una razón que a Maltz le pareció evidente, y que hoy, tras más de 60 años de estudios y experimentos, nos parece también evidente a todos los estudiosos de la mente y el comportamiento humano. Esta razón es que la autoimagen es la clave de la personalidad del comportamiento humano, cambia la autoimagen y cambiarás la personalidad del comportamiento. Más allá de eso, la autoimagen establece los límites del individuo, lo que puede y no puede hacer. El desarrollo de una autoimagen correcta y realista parecerá dar al individuo nuevas habilidades, un nuevo talento, incluso cambiar los fracasos tenidos hasta ahora en éxitos. La psicología de la imagen del yo no ha sido aceptada solo por sus méritos, también explica muchos fenómenos ya conocidos pero no completamente entendidos en el pasado. Por ejemplo, hoy está clínica e irrefutablemente probada, en los campos de la psicología individual, la medicina psicosomática y la psicología industrial, la existencia de personalidades inclinadas al éxito y personalidades destinadas al fracaso, personalidades inclinadas a la felicidad y personalidades destinadas a la infelicidad, tipos sanos y tipos enfermos. (¿en el curso se habla mucho por esta razón sobre el mecanismo de éxito o de fracaso)

La imagen de uno mismo cambia, para bien o para mal, no solo por el intelecto ni por el conocimiento intelectual solo, sino por la experiencia. Consciente o inconscientemente, ha construido su propia imagen a través de la experiencia creativa en el pasado y puede cambiarla por el mismo método. No es el niño al que se le ha hablado del amor sino el niño que lo ha sentido en su entorno y en sí mismo, el que se convierte en un adulto sano, feliz y perfectamente integrado en la sociedad. Nuestra condición actual de autoconfianza y equilibrio no es el resultado de lo que hemos aprendido sino de lo que hemos «experimentado».

Esta autoimagen es el concepto que tenemos de nosotros mismos, es el tipo de persona que creemos que somos, es, en pocas palabras, el resultado de lo que creemos de nosotros mismos. La mayoría de estas imágenes surgen inconscientemente de nuestras experiencias pasadas, de éxitos y fracasos, de humillaciones y triunfos, de la forma en que otros reaccionaron hacia nosotros, especialmente en la primera infancia. ¿Recuerdas que nuestro cerebro almacena nuestras experiencias y las trae de vuelta a la superficie cuando es necesario? Entonces, si de niños nos enseñaron que el trabajo duro y agotador es necesario para ganar mucho dinero, si crecemos en un ambiente donde se nos enseñe que la vida es sufrimiento y sacrificio, nuestro cerebro almacena todos estos conceptos para luego reutilizarlos y llegado el momento, estas limitaciones que llevamos dentro (inconscientemente, porque la mayoría de las veces estas enseñanzas nos han llegado en la más tierna infancia y por tanto ni siquiera recordamos haberlas escuchado y aprendido) serán el objetivo que tendremos lograr (y de hecho lo lograremos) en la vida. Puede ser que tú quieras vivir una vida de poco trabajo y sin sacrificios, pero si las creencias y tu programación son diferentes, tu servomecanismo está puesto, sin que te des cuenta, hacia una meta de lucha y sacrificios, y la alcanzará. De todo esto se puede deducir que desde la infancia construimos mentalmente (casi siempre inconscientemente) un YO (o imagen de nuestro YO) y una vez que una idea, un concepto sobre nosotros mismos encaja en esta imagen, se hacen realidad para aquello que nos concierne, no cuestionamos su validez pero seguimos actuando en base a ellos como si fueran ciertos.

La imagen del yo es, por tanto, la clave para vivir una vida mejor gracias a dos importantes descubrimientos: el primero es que nuestras acciones, nuestros sentimientos, nuestro comportamiento e incluso nuestras capacidades derivan de esta imagen. En pocas palabras, actuamos como el tipo de persona que creemos que somos, no solo eso, sino que no podemos actuar de otra manera, a pesar de nuestros esfuerzos conscientes y fuerza de voluntad. El individuo que se ve a sí mismo como un tipo fracasado fracasará de una forma u otra a pesar de sus intenciones y voluntad. La imagen del YO es una premisa, una base, un cimiento sobre el cual se construye la personalidad, el comportamiento e incluso las circunstancias de la vida. Debido a esto, nuestras experiencias parecen validar y fortalecer nuestra imagen del YO y, según el caso, se crean círculos viciosos que no sabíamos que existían hasta hace poco tiempo. Si de niño te dijeron que no eres bueno en matemáticas, y te lo repetían en todos los colegios a los que asististe, cuando seas grande estarás convencido de que no eres bueno en matemáticas, actuarás para conseguirlo. incluso las operaciones más simples como sumas o restas.

El segundo descubrimiento importante es que uno puede cambiar la imagen que tiene de sí mismo, nunca es tarde por hacerlo (yo lo hice a los 45 años cumplidos), no costa fatiga pero esfuerzo motivación y gana de avanzar en la vida, esto si.

Como se cambia la auto imagen?

Te lo explicare en uno de mis próximos articulos, sígueme y confía en ti!!!

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3 comentarios en “Reprogramación mental: las bases antes de hacer cualquier cosa”

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