ENERGÍA = EMOCIONES

Este es un axioma disruptivo, pero científicamente probado. La Energía Cósmica no tiene masa, pero está dondequiera que haya espacio y también dentro de la materia, es decir, penetra en todo tipo de materia, incluso en la humana. Por tanto, se puede deducir, como hemos visto anteriormente, que la Energía es la sustancia real de la que estamos hechos. Nuestro cuerpo, todo nuestro ser, está hecho de energía radiante tan poderosa que forma un campo de energía o aura, que es reconocible alrededor del cuerpo físico. Como el atómico no es visible, pero se percibe profundamente en nuestro cuerpo y en nuestra vida.

Hacia 1900, un radiólogo británico de nombre Walter J. Kilner, trabajando como siempre en el St. Thomas Hospital de Londres, descubrió un método para ver el “aura humana” que consistía en el empleo de unas gafas impregnadas en dicionina, un derivado del alquitrán de hulla. Según Kilner, quien se las ponía era capaz de ver “la neblina débil, luminosa y llena de color que rodea al cuerpo humano y que se extiende entre dieciocho pulgadas (unos 45 cm y medio) y dos pies (unos 61 cm)”

En este sentido, vale la pena mencionar la foto de Kirlian, que lleva el nombre de los cónyuges Semyon Davidovich Kirlian y Valentina Kirlian. Los 2 científicos involucrados en los estudios de Tesla estaban trabajando en el laboratorio del hospital de Alma-Ata, en la ex Unión Soviética, cuando su esposo recibió una muy fuerte descarga de la máquina de rayos X que manejaba, sin sospechar por un momento la resonancia mediática que esto hubiera tenido en su país y fuera.

De hecho, gracias a que el aparato tenía un altísimo voltaje de decenas de miles de voltios, pero un amperaje muy bajo, el visionario inventor no se electrocutó instantáneamente, y notó que una especie de halo emanaba de su luminosa mano azulada. Después de llamar a su esposa Valentina y repetir el experimento, comprobaron que este tipo de luz misteriosa tenía un color y una estructura diferente en la mano de su esposa, como si cada persona tuviera un aura personal y espiritual. Como científicos que eran, inmediatamente asociaron el delicado estado de salud del anciano Semyon con la aparición de su aura, lo que pudieron comprobar más tarde con algunos voluntarios cercanos.

A partir de entonces muchísimos científicos de todo el mundo, pero en la mayoría rusos y americanos, volcaron sus estudios a estas emanaciones luminosas que recubrían el cuerpo de los seres humanos.

Los investigadores descubrieron que no se trataba de un «halo» estático, sino que cambiaba de forma de un instante a otro. El fenómeno fue definido científicamente como Cuerpo Bioplasmático o también como Cuerpo de Plasma Biológico. La verdadera cuestión, pero radicaba en encontrar una explicación racional que revelara la naturaleza del fenómeno y la función que podría desempeñar este misterioso efecto.

La suposición de que el «halo» refleja las condiciones de salud del cuerpo se suscitó a partir del experimento llevado a cabo por sus descubridores. Estos fotografiaron la hoja de un árbol inmediatamente después de ser arrancada. La foto reflejó una importante intensidad de color, en forma de halo luminoso, que rodeada a la hoja. A medida que la hoja se marchitaba disminuyó progresivamente la intensidad de color llegando al momento en que el «halo» desapareció.

Kirlian pensó, tras este experimento, que existía una relación directa entre la configuración e intensidad del » halo» Bioplasmático y la salud del Cuerpo Físico.

La pareja prosiguió con estas investigaciones durante muchos años, obteniendo más de 30 patentes y dando conferencias por toda la Unión Soviética en las que revelaron sus posibles usos médicos y su capacidad para capturar el aura humana. Un argumento que, por la posible conexión con la espiritualidad, era algo inconcebible de asumir por parte del gobierno comunista. Ante este escenario, la URSS declaró secretas sus investigaciones y así permaneció oculta a Occidente hasta la década de 1970.

Una forma humana muy importante de Energía está dada por las Emociones.

Podemos o no fotografiar la energía de los seres vivos, seguramente existen corrientes de energía que recorren nuestro cuerpo manifestándose de diversas formas, y estas se llaman EMOCIONES. Su manifestación puede ser consciente o inconsciente, es decir, podemos ser conscientes o no de nuestras emociones, podemos reconocerlas o no, pero la sustancia no cambia: las emociones fluyen por nuestro cuerpo como la sangre fluye por nuestras venas, y como las emociones son energía podemos decir que la energía fluye en nuestro cuerpo también a través de nuestras emociones.

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